martes, 1 de junio de 2010

Un templo llamado Rituals

Mi historia de amor y pasión por Rituals fue de las que ocurren por pura casualidad. Llevaba mucho tiempo pasando por delante de la tienda de la firma en la calle Santa Anna de Barcelona, pero nunca había reparado en su interior. Hasta que el día que lo hice, me arrepentí de haber esperado tanto tiempo. Acompañada por el que me aguanta en casa, testigo de excepción de mis locuras y excesos cosméticos, entré en ese paraíso de la cosmética, donde los aromas te abrazan y las chicas Rituals te reciben con una reconfortante taza de té. Una experiencia que consiguió que la firma pasara a formar parte de mi vida y mi día a día. Sus aromas son los míos, y puedo pasarme horas en sus tiendas abriendo botecitos y descubriendo qué mundo nuevo habrá en su interior donde viajar a través de aromas, texturas y suntuosidades.

Sin duda, Rituals engancha, aunque en España todavía no es una firma muy conocida. Para mí es un tesoro, un diamante en bruto creado, tratado y gestionado con mimo y dedicación. Rituals es sinónimo de relax y bienestar. Su filosofía se basa en cuidar sus fórmulas al máximo con tal de que los clientes puedan convertir los momentos más cotidianos de su día a día en rituales únicos. Para Rituals, lo más importante es saber apreciar las pequeñas cosas de la vida, como relajarse con un buen té, un buen baño o un masaje. Es por eso que sus tres pilares básicos son ofrecer una calidad máxima, un packaging funcional y atractivo y unos aromas excepcionales. Unos conceptos que se marcó como meta Raymond Cloosterman cuando fundó la firma en 1998, después de abandonar un gran grupo cosmético, en el que trabajó durante más de diez años, con la decisión de poder crear productos cosméticos de una manera totalmente ajena a la de las grandes multinacionales.



Para mí, el resultado está aprobado con nota. Ya no hay marcha atrás, soy fan incondicional de Rituals. Entre mis básicos favoritos están la crema corporal ultraenriquecida Magic Touch, con su inconfundible aroma a flor de cerezo –os prometo que más de una persona me pregunta qué perfume llevo después de untarme con Magic Touch– y su textura ultra rica, dos cualidades que la han convertido en un clásico de la firma que suele estar agotado en demasiadas ocasiones; el aceite corporal Shanti Chakra, con almendras dulces y rosa centifolia, que hidrata al máximo la piel y es ideal para dar masajes; la espuma de ducha Yogi Flow, cuya suave textura de nube convierte la ducha en un auténtico ritual. Los chicos también tienen en Rituals sus propios tesoros, como la espuma de ducha Himalaya Mist (que para mí huele totalmente a Él) y toda una completa gama de productos de cuidado facial y corporal, así como utensilios de afeitado. Como véis, en casa no he sido la única en dejarme arrastrar por el torbellino Rituals...

Así que, si he logrado convenceros y os atrevéis a iniciaros en los rituales de esta cuidada marca, podéis empezar por hacerlo en las tiendas de Barcelona (Santa Anna, 2) o Madrid (Fuencarral, 1). Además, en los madrileños Corte Inglés de Goya y Serrano la firma también cuenta con los primeros córners Rituals de España. Yo, cómo no, os recomiendo encarecidamente que os animéis y os dejéis llevar por el universo de aroma, relax y paz que ofrece Rituals. Estoy segura que os encantará y... ya me contaréis.

2 comentarios:

  1. Això em falta... que m'ho passis per la cara!!! D'aquest mes no passa que hi anem abans d'anar a dinar, eh? Un superpetó. ;)

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