lunes, 5 de septiembre de 2011

Fashion&The City

Creo que ya os he contado varias veces que me encanta septiembre, sobre todo porque es en septiembre y no en ningún otro mes, cuando la moda hierva, nace, renace y se inventa a sí misma. Como no podía ser meno, un acto como la Vogue Fashion's Night Out no podía celebrarse en otro mes. Así que, el próximo día 7 de septiembre, las madrileñas estáis de suerte porque la capital acoge la 3a edición del evento más fashion del momento.

En medio de un ambiente muy cool repleto de fashionistas de pro, modelos y celebrities, más de 340 de moda y belleza de Madrid abrirán hasta medianoche ofreciendo una larga lista de actividades a todos los que deseen acercarse a sus instalaciones. Sin no queréis perder ni un detalle del evento, en http://www.vogue.es/fashionsnightout encontraréis el listado completo de todos los establecimientos participantes y la actividad que ofrecerá cada uno. De momento, os avanzo que en tan selecta lista se encuentrán firmas del calibre de Dolores Promesas, que presentará su nueva colección otoño/invierno 2011 y ofrecerá descuentos en algunos artículos de la misma; Pretty Ballerinas, que ofrecerá un regalo especial por compra y varios descuentos en artículos seleccionados; la joyería Warlock ofrecerá un 15% de descuento en todas sus piezas y contará con el equipo de maquilladores de Cazcarra Image Group, que maquillarán a todos los asistentes que así lo deseen, además de actuaciones en directo cada media hora; o Hoss Intropia, que inaugurará su nueva tienda en Serrano, 18 de la mano de un concierto del grupo The Bright. A parte de la moda, la belleza también forma parte intrínseca de la VFNO, por lo que firmas como Aveda estarán presentes con la presentación de sus nuevas tendencias y obsequiando a los asistentes con un neceser de productos. Por su parte, el beauty space de Solana&Rojano ofrecerá un diseño gratuito de cejas, un tarjeta regalo para un tratamiento de Ictoterapia con peces Garra Rufa y descuentos en peluquería, estética, manicura y pedicura, todo ello regado con champán y deliciosos aperitivos; y MAC transformará el maquillaje de sus clientas fotografiando el antes y el después.
Sólo son algunas de 300...¿te lo vas a perder?

Y como lo más importante de la fiesta somos nosotras, las consumidoras y compradoras de Vogue, para qué negarlo, por primera vez este año los invitados podrán posar como celebrities en dos cicloramas; uno habilitado en Ortega y Gasset –que contará con la música pinchada por Mario Vaquerizo– y otro en Fuencarral –donde el editor de moda, Vicente Gallart pinchará sus mejores canciones–, al que podrán acceder para ser fotografiados sólo los invitados que se hayan registrado previamente en la web de la VFNO. 

Pero aunque la moda es la razón de ser de la VFNO, Heineken ofrece un recorrido que va más allá de la mira fashionista ofreciendo a los participantes disfrutar de algunos de los locales más in de Madrid, como El Tomate, Ten con Ten o El 1 de Molina, así como retomar fuerzas en restaurantes como Pan de Lujo, Ástrid y Gastón o Tartán y Clarita.

Si algunas de vosotras, como yo, no vivis en Madrid y os es imposible trasladaros aunque sólo sea una noche para disfrutar de la fiesta, no temáis. Por primera vez en esta edición la VFNO también celebra su edición online, a través de la participarán Adolfo Domínguez, Blanco, Moschino, Yoox.com, Sita Murt, Purificación García, Salvador Bachiller o Bimba&Lola; quienes ofrecerán a sus clientes online sorteos, regalos y descuentos especialmente pensados para las compras realizadas durante este 7 de septiembre. ¿Mis favoritos? El bolso Olivia Spectator de Moschino, especialmente diseñado para la VFNO, la T-Shirt edición limitada de Guess o el regalo de Bimba&Lola a TODAS sus compras online de ese miércoles. ¡Feliz shopping, feliz VFNO!

Bolso Olivia Spectator de Moschino, específicamente creado para la VFNO online
Camiseta de Guess, cuya compra especial se podrá realizar durante la VFNO online por 25 euros

jueves, 1 de septiembre de 2011

¡Luigi, te necesito!

Hace unos días que se me han acabado las vacaciones. No, la verdad es que este año no me puedo quejar. He recorrido las playas de Fuerteventura de Su mano, he desconnectado en la Costa Brava, he vivido las calurosas y decoradas noches de fiesta en Gràcia, he devorado libros que tenía pendientes y, lo mejor, me he reído hasta tener agujetas casi cada día.

Pero ahora ya vuelvo a la rutina. A sacar adelante la revista y a encontrarme con todas las novedades que nos trae el otoño. No puedo negar que septiembre es un mes que me gusta, por sus cambios, es el mes de la nueva moda y de las tendencias rompedoras. Y también el del momento de volver cuidarnos la melena como merece para arreglar el posible estropicio que, muy seguramente, el cloro, el sol y la sal, habrán hecho en ella. Así que, hoy no me lo pienso más. Hace mucho que escribo en  el blog y nunca había hablado de una parte que ocupa un trozo tan grande en mi día a día, en mi trabajo y, cómo no, en mi vida: el cabello.

Para ello, hoy os traigo las propuestas invernales que nos presenta el gran peluquero Luigi Morenu, asesor creativo global de John Frieda y estilista en múltiples campañas publicitarias, editoriales de moda y pasarelas. Según Luigi, esta temporada debemos seguir dejándonos seducir por lo antiguo, ya que en la melena triunfan sin rival los estilos setenteros, pero sin estridencias, con peinados sencillos y muchos moños y coletas. ¿Queréis verlo?

- Brilliant 70's 
Para el desfile de Salvatore Ferragamo, Luigi creó a un peinado de moño bajo que aporta a la mujer un look atrevido, elegante y, a pesar de los toques masculinos, muy glamouroso y atrevido. Sin duda, ideal para acompañar con un maquillaje en tonos ahumados y labios suculentamente brillantes.

Conseguir el look es muy sencillo y con unos simples pasos, estáreis divinas. Sólo tenéis que aplicar sobre el cabello una crema de peinado y secarlo dejándolo lo más liso y pegado posible. Después, haceros una coleta, divididla en dos y, aplicando más crema de peinado, retorced ambos lados en direcciones distintas y terminad con un moño tenso a la altura de la nuca. Cinco minutos y ¡Máxima elegancia!

- Urban Effortless 
Sin duda, este estilo nos muestra una mujer dulce, sexy y ultrafemenina. Con un cabello cuidadosamente despeinado, este estilo es ideal para las que os guste estar maravillosas sin demasiado esfuerzo y que, además, el resultado sea lo más cool posible, pero sin perder ni una pizca de naturalidad.

Si queréis conseguirlo, basta con aplicar una loción de peinado masajeando el cabello de la raíz a las puntas, vigilando que no se pegue demasiado y que sea manejable. Seguidamente, lo secaremos con los dedos cara aportar un look desenfadado. Con el pelo seco y la raya en medio, hacemos ondas con la plancha para aportar textura al cabello, pero dejando las puntas lisas. Después, lo recogemos en una trenza con una goma fina y soltamos algunos mechones en la parte delantera para aportar una aire desenfadado y alargar el rostro. Y... ¡voilà! La decadencia chic es nuestra. 

- Organic
Sin duda, este  es mi estilo favorito, seguramente por la naturaleza ondulada de mi melena. Organic se inspira en los looks del street style para conseguir un peinado fresco y despreocupado que dura todo el día. 

Antes de nada, preparamos el cabello con una loción de peinado para conseguir una onda lo más natural posible. Después, con plancha o tenacillas, se trabajan las ondas de toda la melena, para acabar peinando los bucles con los dedos y aportarles más naturalidad. Seguidamente, cogemos un mechón del lado izquierdo y otro del derecho y lo sujetamos en el lado contrario con horquillas, dejando dos mechones sueltos a cada lado de la cara. Bello, sencillo y tremendamente in. ¿Quién podría pedir más?

Ya lo véis. No hay duda de que este otoño los setenta invaden nuestra cabeza y, sobre todo, nuestra melena. Con lo retro-addict que se confiesa una servidora, no sé si podré resistirme a la locura... ¿y vosotras?


miércoles, 3 de agosto de 2011

Las camisetas son para el verano

Siempre, siempre, siempre me han vuelto loca las camisetas. En mi armario las tengo a toneladas y de todos los tipos y colores. Por eso aplaudo que este año sean un must de cualquier fashionista que se precie. Así que, a punto de empezar mis ansiadas vacaciones, celebro con este post la reinvidicación de la camiseta, no sólo en outfits casual o playeros, sino también para una noche de fiesta e incluso para el día a día en la oficina. ¡No lo penséis más! La T-shirt manía está aquí y ha venido para quedarse.

En mi caso, reconozco que hace unos años me decantaba más por las de estilo top, de tirantes o en escote palabra de honor, pero de un tiempo hacia aquí prefiero los estilos más retros, que ofrecen las camisetas oversize, con mangas y, a poder ser, que transmitan algún tipo de mensaje.
Y esta temporada estamos de suerte, porque las hay por todas partes. Aprovechad los últimos coletazos de las rebajas para haceros con las más originales, divertidas, shockantes o chic. La variedad está servida. Si os gustan las de licencias en plan revival setentero o las que rememoran vuestra serie favorita de los ochenta, os recomiendo encarecidamente una visita a Primark, la tienda low-cost del momento, que se ha puesto las pilas para ofrecernos camisetas altamente originales. Las chicas encontraréis diseños que recrean dibujos animados míticos de todos los tiempos, como Bob Esponja, los Picapiedra o Scooby-Doo; todas en vivos colores y de corte entallado. Las amantes de los míticos Pitufos, no dejéis de echar un ojo a la nueva colección de Bershka, entre la que destacan camisetas y sudaderas recreando a los diminutos azulones.

Si os gusta pisar más fuerte, os recomiendo echar un vistazo en la sección de chicos de Primark, donde encontraréis verdaderas joyas, como las t-shirts com imágenes de Jimi Hendrix, El Equipo A o David Bowie. ¿Su precio? Nunca más allá de los 8 euros –en rebajas pueden costar hasta la mitad–, algo que te permite lucir camisetas súper originales a precios muy asequibles. A mi me encanta llevarlas en plan oversize pero, eso sí, no sin antes haberlas customizado a tijeretazos, sacrificando el cuello y alguna que otra manga.

Si, aún así, lo que buscáis es diferenciaros todavía más, visitad la fantástica web www.famous&guilty.com, en la que podréis encontrar camisetas únicas diseñadas con la imagen de los famosos más tumultuosos de nuestros días. Entre mis favoritas destacan la de Alaska&Mario, la dedicada a las gemelas Olsen o la que recrea a la malograda Amy Winehouse. Otra opción súper original es darse una vuelta por www.yubemadrid.com donde destacan camisetas únicas, aunque a precios ya más elevados que rondan los 25-35 euros. Os pongo dos de mis favoritas:

En fin, las opciones son miles para aprovechar la vuelta de la T-shirt locura y expresar nuestros sentimientos o nuestra personalidad a través de nuestras camisetas, aprovechando el calorcito y el ambiente de distención que propicia el verano. Antes de irme de vacaciones, os deseo que disfrutéis muchísimo estos días y os dejo tres estilos camiseteros que he confeccionado y que espero que os gusten y os den ideas para construir vuestros looks veraniegos más chic. Nos vemos pronto. ¡Besitos trendy!

Aires new retro


New Retro T-shirt

Camiseta: Paul Smith (115€)
Falda: warehouse.com (24$)
Botines: Steve Madden (87$)
Bolso: H&M
Banda: Topshop
Gafas de sol: Retrosun (netaporter.com, 285$)
Anillo: Miss Selfridge (6,50£)



Día de playa
Beach time t-shirt!
Camiseta: Ally Fashion
Shorts: General Pants
Flip Flops: Valentino (168€)
Bolso: Austique
Gafas de sol: RayBan Wayfarer (144€)

Borsalino: www.tillys.com (11,66€)



Rock Star Night

Rock Star T-Shirt
Camiseta Ramones: Miss Selfridge (25
£)
Falda: amazon.com (desde 14,85$)
Sandalias: Michael Antonio
Bolso: oasis-stores.com (25€)

Collar: www.chaoticclothing.co.uk




jueves, 28 de julio de 2011

El último vuelo de la chica mala

Amy Winehouse Pictures, Images and Photos

Sí, es cierto, se veía a venir. Al menos eso fue lo primero que me dijo Él, casi sin inmutarse, cuando mi amiga Laia me mandó un mensaje sobre la muerte de Amy Winehouse. A lo mejor yo soy demasiado impresionable, porque la verdad, todavía me sigue conmoviendo que muera alguien tan joven, que sólo era un mes mayor que yo y poseedora de tanto talento.

En fin, sin entrar en detalles sobre la espiral de turbulencias, drogas y alcohol que fue la vida de Amy Winehouse, me gustaría rendirle un humilde homenaje en este rinconcito mío, que tan abandonado tengo últimamente. Sólo para recordar a la Amy que me dejó con la boca abierta la primera vez que escuché Back to Black, la que consiguió que su Rehab se colara sin cesar dentro de mi cerebro –a parte del de miles de personas más en todo el mundo– y la que me hizo convertirme en la persona más pesada del mundo cuando no dejaba de hacer sonar, una y otra vez, su versión de Monkey Man en el coche de mi amigo David.

Me gustaba Amy, para qué negarlo. Yo, que apenas había escuchado soul en mi vida, caí a sus pies. Me gustaba su eyeliner interminable y su moño que crecía casi al mismo ritmo que sus adicciones. Me gustaba la revolución que suposo su irrupción en la música, rescatando un estilo que estaba medio tocado y hundido, y me gustaba el cambio que aportó sin quererlo en la moda, con sus estrechísimos vestidos de flores, de estampado vichy, con cinturones anchos y falda de tubo hasta la rodilla con los que recuperaba un aire retro que ya será suyo para siempre, mezclando ese estilo tan sesentas que lucieron The Supremes en su época con su propio toque macarrilla, para el que le iban que ni pintados los trapitos de la marca Fred Perry; firma para la que hasta llegó a crear la colección Fred Perry Amy, cuyo último trabajo fue para la primavera/verano de 2011, aunque se rumorea que la cantante dejó una colección póstuma que Fred Perry todavía no ha especificado cuándo lanzará a la venta.

Me gustó que Karl Lagerfeld bajara por una vez del olimpo de los intocables en el que vive y se inspirara en la chica menudita de las afueras de Londres y en su peinado para crear su colección de otoño/invierno en 2008 –aunque no estoy muy de acuerdo con la afirmación del alemán, que vaticinó que Winehouse era la "nueva Brigitte Bardot del siglo XXI"–. Aunque Amy no sólo fue fuente de inspiración para Chanel. El nuevo gurú de las adictas a los zapatos, Jonathan Kelsey, también encontró en ella inspiración e ideó, junto a la firma Mulberry, los zapatos Amy, inspirados en la musa del soul y que ella misma había usado en varias ocasiones.

Es evidente que Amy Winehouse nunca fue excesivamente guapa, ni una trendsetter al uso, pero su aportación como musa de inspiración en algunos sectores de la moda ahí está, nos guste o no. Un legado más, a parte del de sus canciones, el que queda de la chica del oeste de Londres, que revolucionó el soul de nuestros días, antes de su adiós prematuro. Aunque, eso sí, debo decir que para mí, su imagen fugaz, su extremada delgadez, su nariz aguileña, sus tatuajes y su estilo siempre me transportaban a otra época, quizá a los sesenta que ella tanto idolatró con su voz y su apariencia, como si en este siglo XXI estuviera fuera de lugar, ella, la frágil y desdichada, chica mala del pop.
Amy Winehouse Pictures, Images and Photos

miércoles, 2 de marzo de 2011

Olvídanos, Oscar: las peor vestidas de la Gala Oscar 2011

Guapa. Al contrario de lo que creía hace años, hay días en los que me siento guapa. Cuando me miro al espejo y me devuelve una imagen que me gusta; cuando llego al trabajo y me dicen que irradio luz; cuando Él me mira y me suelta un: "GUAPA", así, en mayúsculas, haciendo que me sonroje... Días en los que me comería el mundo porque sí, sólo porque esta extraña palabra de dos sílabas me ha subido la moral. Aún así, esos días no son todos, y se alternan con días odiosos en los que me gustaría no salir ni a la calle. Días en que por mucho que me maquille, peine y arregle me sigo sintiendo fuera de lugar. Esos días son ideales para subirnos la moral con los patinazos que cometen las celebrities en las alfombras rojas y cerciorarnos de que ellas también son humanas, y que, por mucho estilista que contraten, pueden presentarse en eventos tan importantes como la gala de los Oscar hechas auténticos espantapájaros. En la siguiente lista encontraréis mi continuación al post anterior, una nueva selección con los diez estilos que, para mí, fracasaron en la última gala de los Oscar. ¡Espero que os guste!

Empezando por la décima posición, encontramos a Reese Whiterspoon.

Ya sé que la mayoría de revistas y blogs de moda hablan de este binomio blanco/negro de Armani Privé como uno de los modelos más elegantes de la gala. Pero la verdad, a mí es que Reese me aburre soberanamente. Con ese aspecto de rubia típica y esa cara de niña americana que nunca ha roto un plato, me dan ganas gritarle que espabile a los cuatro vientos. Aunque elegante, a mi entender el traje es demasiado sobrio para alguien tan joven. Además, la coleta en la parte superior de la nuca a modo años sesenta no hace más que envejecer el estilo de Reese, que podría haberse lanzado por un estilo más vanguardista y juvenil.

Tras Reese Whiterspoon, la novena posición está ocupada por otra rubia: Cate Blanchet.

Normalmente me encanta Cate. Creo que es arriesgada, atrevida y que le gusta la moda, y eso se nota; por eso me sienta mal colocarla en esta lista. Pero es que, sinceramente, he intentado salvar por todos los lados posibles su Givenchy Couture en color malva pero no ha habido manera. ¿Qué significa este vestido? No me desagrada el color, pero no acabo de entender las mezclas entre retro y futurista que se desprenden del corte del traje. ¿Inspiración romana o Robocop? No sé... tampoco acabo de entender esa especie de babero que cubre su escote o las mangas con forma de cuadrícula. Por si fuera poco, ¿incrustaciones en pedrería en amarillo sobre vestido malva? Creo que, por una vez, Cate se dejó aconsejar mal o quizá se dejó llevar demasiado por su instinto rompedor, y fracasó.

Subiendo por la octava posición, aparece la Nominada a Mejor Actriz: Jennifer Lawrence.

¿Por qué será que hay tantas actrices que desaprovechan oportunidades únicas para lucir auténticos modelazos? Jennifer Lawrence lo tenía todo de cara para deslumbrar: además de acudir a la gala de los Oscar, estaba nominada en la categoría de mejor actriz principal, por lo que sabía de sobras que todos los focos la apuntarían. Y lejos de escoger un modelo adecuado para la ocasión, ella se enfunda un vestido de corte minimal en rojo de Calvin Klein Collection... a ver, el traje no es feo, pero es demasiado sencillo para una ocasión como la que la actriz tenía por delante esa noche. Tirantes finos, corte recto sin forma, escote redondo a la altura del pecho, melena suelta en plan informal... Jennifer es guapa y sin duda el traje no le sienta mal, pero esto eran los Oscar y no una fiesta en la playa, así que: suspendida.

Escalando hasta la séptima posición, encontramos a la guapa Anne Hathaway .
Está claro que las que apostaron por el rojo la noche de la gala no escogieron la mejor opción. Almenos es el caso de Anne Hathaway que, enfundada en este Valentino vintage de tafetán en rojo pasión, parecía que se hubiera echado diez años encima. Normalmente me encanta el estilo bohemio chic de Anne, pero esta vez el corte del vestido la hace parecer totalmente recta, sin curvas, ni cintura, ni caderas, ya que sus formas quedan totalmente difuminadas dentro del vestido. Evidentemente, peores son esa especie de floripondios que adornan la parte baja de la falda, aportando al conjunto unos volúmenes extraños que no acabo de captar. Como si el vestido no fuera ya suficiente, Anne erró también con un maquillaje en tonos demasiado blancos que, en contraste con unos labios rojo pasión, envejecían su rostro. El peinado, de corte demasiado clásico, y su melena aclarada no ayudaron para nada a mejorar el resultado.

Sin abandonar los tonos estridentes, escalamos a la sexta posición, ocupada por Jennifer Hudson.

¿Unas gafas de sol para cubrirse del deslumbramiento de Jennifer, por favor? Bromas fuera, es increíble el cambio físico que ha sufrido la actriz en los últimos años, que ha pasado a tener una figura esbelta y envidiable, pero reaparecer con este grandioso y chillón Versace Atelier en tafetán naranja no sé si es la mejor decisión. Aunque Jennifer luzca una bonita piel, el color del vestido sigue siendo demasiado cargado y, en cuanto a la forma, realmente es bonita, pero el escote halter no es una buena opción para recoger bien el pecho de Jennifer después de perder peso, ya que se ve visiblemente caído y separado.

Subiendo hacia arriba, en la quinta posición se sitúa Annette Bening.

No sé, puede que sea yo que tras ver a una espléndida Helen Mirren, todas las demás actrices maduras de la gala me parecen inadecuadas. De todos modos, creo que Annette Bening no estuvo nada acertada a la hora de escoger su vestido negro con ribetes plateados de Naeem Khan, que no hacía ninguna justicia a su belleza. No acabo de entender el juego de los adornos en plata alrededor del vestido y lo que entiendo menos... ¿qué significa ese miniescote acabado en pico que parece cosido por un marido que no quiere que su mujer insinúe? La verdad, entre la largura del vestido y la ridiculez del escote, Annette Bening parecía más un robot que unas de las actrices nominadas de la noche.

En la cuarta posición encontramos a otra veterana del cine: Sharon Stone.

Sharon Stone o cómo no saber afrontar que ya has pasado de los cincuenta. Puede que ser la eterna joven y sexy protagonista de Instinto Básico haga daño al envejecer, pero Sharon Stone debería empezar a aprender a suavizar su imagen de mujer sexy y despiadada si no quiere caer pronto en la trampa del ridículo. Almenos esta vez, su elección por este traje de Dior en negro y con adorno de plumas en el hombro no le hacía ninguna justicia. Si para colmo, ella lo combina con un peinado hacia atrás y un maquillaje en tonos altamente oscuros, el resultado la hace parecer mayor de lo que es.

Y llegamos ya al podio de la victoria. El tercer lugar lo ocupa nuestro valor patrio más internacional: Penélope Cruz.

A ver... Tanto bombardear especulando sobre la dieta que seguía Penélope para enfundarse en su maravilloso vestido de la gala de los Oscar y ella aparece con un L'Wren Scott en burdeos y decorado con extraños adornos de paillettes, que parece robado del armario de Goldie Hawn en los noventa. ¿Y qué significa ese escote a punto de reventar? Por favor, dudo que los señores que acudieron a la gala pudieran mirar hacia otro lado que no fueran los pechos de la actriz... Sin duda, Penélope erró con un traje demasiado simplón y banal que sólo servía para marcar su envidiable cuerpazo, olvidando totalmente el estilo habitual al que nos tiene acostumbrados.

La segunda posición es para otra de las actrices nominadas de la noche: Cody Horn.
¿Cómo sabe una cuántas más veces tendrá la oportunidad de acudir a las gala de los Oscar como nominada? Por lo que se ve, Cody Horn debe de creer que infinitas, porque sino no habría desperdiciado tal oportunidad con semejante vestido esperpéntico del que no he podido encontrar ni el diseñador. El vestido negro con estampado floral es demasiado sencillo para una ocasión tan importante, pero podría pasar si sólo fuera por eso. A mi entender, lo que arruina por completo el look son esos guantes de rejilla, más propios de la época dorada de Jenna Jameson en Las Vegas que de una actriz que puede recibir el premio más importante de su vida. Para culminar, ni el maquillaje ni la coleta de estar por casa ayudan a arreglar un look desastroso en todos los sentidos. Piensátelo mejor la próxima vez, Cody.

Por fin, la primera posición es para Marisa Tomei.

Sinceramente: no hay por dónde coger el vestido vintage años cincuenta de Charles James en Lily et Cie que lució Marisa Tomei. Me encanta la idea de reciclar un vestido de firma y adaptarlo a los cánones de moda actuales, pero Marisa parece que haya decidido enfundarse este horror justo la tarde antes de la ceremonia. Y ahí está el resultado: los tirantes del escote son demasiado elevados para la altura de su pecho, con lo que el escote corazón queda situado demasiado alto en el conjunto. Todo por no hablar de la esperpéntica falda de tul de corte sirena que en lugar de hacerla parecer una actriz actual podría convertirla perfectamente en la Reina del Baile de 1982. Sin duda, un estilo anticuado y exagerado con el que la actriz se estrelló.

Y con Marisa Tomei termina mi particular análisis de la última ceremonia de los Oscar. Tras estos estilos un tanto aburridos y poco arriesgados, espero que el año que viene tengamos más material con el que soñar, experimentar y vivir la moda. Y, por qué, no, también patinazos como estos que nos hagan sentir guapas en los días más grises.

martes, 1 de marzo de 2011

Diez estilos de Oscar: las mejor vestidas de la Gala 2011

Hacía tiempo que no dedicaba al blog ninguna de mis listas criticonas analizando los estilos de las celebrities en las alfombras rojas, que no han parado de sucederse durante el mes de febrero. La verdad es que ando más liada de lo normal en la revista, pero también hay otra razón: los estilos que desfilan este año sobre las red carpets me parecen tan poco inspiradores que me aburren hasta el hastío. ¿No se supone que si estamos en época de crisis debemos divertirnos con estilos de opulencia y exceso que nos hagan olvidar las miserias del día a día? Pues se ve que no, porque tanto en los Goya, como en los Grammy o hasta en los Globos de Oro, los looks de las estrellas se han convertido en una sucesión de decepciones. Pero la verdad es que no he podido resistirme ante la gala de las galas, la más glamourosa y la más esperada: los Premios Oscar 2011. Así que pasad y leed, que os dejo con los diez mejores looks que, a mi parecer, desfilaron por la alfombra. ¡Disfrutádlos!

Empezando, como siempre, por el final de la lista, en la décima posición se sitúa Mandy Moore, cantante nominada en la categoría de Mejor Canción Original por "I See the Light".

Si os soy totalmente sincera, este diseño de Monique Lhullier me horririzó en un primer momento, pero cuando empecé a ver el resto del nivel de la gala cambié de opinión... Para mi gusto, el vestido es excesivamente nude y se difumina con el tono de piel rosado de la actriz, que parece perdida, sobre todo debido al escote en palabra de honor que se funde con el tono de su piel y hace parece que vaya incluso desnuda. De todos modos, Mandy acertó completando este diseño dulce y elegante con unos pendientes de corte clásico de Chopard, un austero recogido de moño bajo y un maquillaje en suaves tonos nudes que conjuntaba a la perfección con el resto del outfit.

La novena posición de la lista es para Michelle Williams.

¿Qué fue de la chica normalita de Dawson Crece? No hay duda que Michelle Williams ha sabido crearse una imagen con un estilo personal y totalmente trendy que se afianza día a día, sobre todo en apariciones como la gala de los Oscar, en la que lució un espléndido Chanel Haute Couture en blanco, con incrustaciones de pedrería y cuello caja. Elegante, pero sin ser cursi; guapa, pero sin excederse con el maquillaje; sexy pero sin lucir escote a mares. Michelle dio una lección de estilo sobre cómo desfilar por la alfombra roja con sencillez pero sin perder ni un ápice de esa aura chic que la envuelve a cada paso.

En la octava posición he colocado a la nominada como Mejor Actriz de Reparto: Amy Adams.

Puede que los más puristas del mundo de la moda crean que las lentejuelas están totalmente demodé esta temporada, pero yo no puedo remediarlo: me vuelven loca. Por eso me encanta la elección de Amy Adams, que se decantó por un diseño de L'Wren Scott en azul marino totalmente revestido en paillettes. Me encanta el corte semirecto, que acentúa la figura de la actriz, aunque creo que con una versión igual pero con manga larga y escotazo en la espalda habría aportado un aire más sexy y arriesgado. Aunque acertó con el vestido, Amy Adams patinó estrepitosamente con el peinado y el maquillaje: su cabello enmarañado y suelto no era la mejor opción para una gala del calibre de los Oscar, y el maquillaje, demasiado oscuro, le envejecía el rostro en lugar de aportarle luz y juventud.

Subiendo hasta la séptima posición encontramos a Scarlett Johansson.

Scarlett no es santo de mi devoción y la verdad es que su estilo nunca suele gustarme, pero debo reconocer que esta vez no me desagradó del todo con un Dolce&Gabbana con motivos de encaje en color burdeos. Aunque el tono es demasiado morado para mi gusto, el modelo estiliza la silueta voluptuosa de la actriz, marcando sus curvas sin hacerlo de un modo excesivo. Me encanta el detalle del escote en forma de corazón, que deja asomar la parte baja del vestido en raso y da toque sensual al conjunto. Un bonito estilo que la actriz ensombreció con un cabello demasiado despeinado que parecía más pensado para surfear entre las olas de Malibú que para desfilar por la alfombra roja. La próxima vez será, Scarlett.

Escalando ya hasta la sexta posición, encontramos a una veterana del séptimo arte; la británica Helen Mirren.

Tras ver a una Sharon Stone cada vez más incómoda con su edad, es un gustazo toparse con la elegancia de Helen Mirren que, enfundada en este impresionante traje en gris plata de Vivienne Westwood, demostró una vez más que la mujer madura puede ser también sexy, guapa y elegante sin resultar ridícula. El precioso corte recto del vestido se ajusta a la perfección a las curvas de Helen, marcando lo que hace falta destacar y disimulando lo que nadie debe ver. Un conjunto que, rematado con un precioso y atrevido corte de pelo a lo garçon, reveló a la actriz como una de las más guapas de la noche.

Subiendo hasta la quinta posición, encontramos a la bella cantante de Florence&The Machine, Florence Welch.

Estoy prácticamente convencida que mi apuesta por este Valentino Alta Costura de estilo romántico e inspiración vintage no gustará a más de una. Pero no puedo remediarlo, me encanta de la cabeza a los pies. Las que me leéis a menudo sabéis mi pasión por los toques retro en la moda, así que, a mi gusto, Florence dió en el clavo con un vestido repleto de volantes de gasa y aires barrocos que, almenos, aportaba algo diferente entre tanto corte princesa desfilando por la gala. Lejos de ser una más entre la multitud, Florence apostó por un vestido diferente, personal y de estilo muy propio y ganó.

En la cuarta posición encontramos a la siempre elegante Hilary Swank.

Sólo una palabra define el estilo de este pedazo de actriz: perfecta. Hilary no suele defraudar en la alfombra roja, pero este Gucci Alta Costura en gris plata con cuerpo de pedrería y falda de plumas fue una de sus mejores decisiones. Atrevido, elegante, moderno, sexy... lo tiene todo y habla por sí sólo. Algo que Hilary seguro que sabía, por lo que optó por no recargar el conjunto con joyas o artificios, ni con un maquillaje demasiado estridente o un peinado pretencioso.

Llegamos por fin a la cúspide de la lista, el podio de las tres mejor vestidas. Empezando por la tercera posición, destaca la joven actriz Mila Kunis.

Guapísima estaba la actriz con este modelo en color malva firmado, cómo no, por mi adorado Elie Saab, que creó un traje de clara inspiración romántica y barroca que, a pesar de su pronunciado escote y sus múltiples transparencias, no resulta excesivo sino elegante y natural. Una apuesta segura con la que la actriz dió una verdadera lección de estilo y sutileza a más de una. Para redondear un look 100% romántico, Mila Kunis se decantó por un maquillaje ahumado en malvas y por un recogido de corte clásico con suaves ondulaciones.

En la flamante segunda posición se encuentra la siempre guapa y elegante Halle Berry.

No tengo palabras. El Marchesa de Halle Berry sí que es digno del nivel que merece la Gala de los Oscar. El modelo en color crema, incrustaciones de pedrería doradas y detalles de tul en la falda fue un soplo de elegancia y aire fresco en una de las galas más sosas de los últimos años. Precioso el contraste entre el cuerpo ajustado y la amplia falda con volumen. Como ya nos tiene acostumbrados, la bellísima actriz remató la belleza del vestido conjuntándolo con la suya propia, luciendo su atrevido corte de pelo despuntado y un suave maquillaje en tonos claros que, gracias a la ausencia total de joyas, no restaba importancia al verdadero tesoro de su outfit: el vestido.

Y por fin, llega la número uno. A mi juicio la más guapa, elegante y diferente, que aporto aires nuevos a una ceremonia que olía bastante a rancio: Camila Alves.
No tiene que ser plato de buen gusto entre tanta celebrity competitiva que llegue una brasileña de 27 años, prácticamente, sólo conocida por ser la novia de Matthew McConaughey y que se cuele sigilosa pero decidida en la lista de las mejor vestidas de la gala con un sencillo traje de Kaufman Franco. Pero Camila es modelo y si de algo sabe es de moda, y eso se nota, porque llegó, pisó y triunfó. Todo gracias a este impresionante modelo de generosísimo escote, ajustado en la cintura y cuyo gran protagonismo lo impone una impresionante falda globo con bolsillos. Una idea sencilla y sin artificios que acabó siendo espectacular. Camila supo sacar el máximo partido a su belleza racial con un maquillaje en tonos suaves que no cargara demasiado sus marcados rasgos brasileños, y un sencillo moño bajo con raya en medio. Sin duda, una decisión triunfadora que la convirtió en la más guapa de la noche.

Y hasta aquí llega mi particular visión de la noche más importante del mundo del cine, en un año en el que el glamour y a veces el estilo, han brillado por su ausencia. ¿Y a vosotros qué os parece?

martes, 22 de febrero de 2011

Princesas

Mi amiga Magda me contaba el otro día que ha llegado a la conclusión que somos hermanas astrales. Ella y yo vivimos entre los 400 kilómetros que separan Barcelona y Valencia, pero nuestra amistad está tan unida y vinculada al día a día, que la distancia no importa. Y así hemos llegado hasta un vínculo cercano y extraño en nuestras vidas: si a una le duele la espalda, la otra siente ese dolor en el mismo sitio; si una sueña con pesadillas, la otra también las tiene. Es una conexión extraña que incluso nos sorprende a nosotras, así que imaginaros a la gente que nos ve desde fuera. Así que, después de varios días sintiendo ambas el mismo cansancio atroz, Magda llegó a ésa conclusión, argumentando con toda seriedad que la conexión de nuestra amistad conlleva que yo también reciba los efectos secundarios que siente ella como consecuencia del bebé que crece en su vientre. Si eso es cierto, ya puedo prepararme en mayo, cuando llegue el momento de recibir a su pequeño A. con los brazos abiertos... Eso sí: que tenga claro que en el futuro se lo haré pagar con creces e intereses.

No sé si existen las hermanas astrales conectadas, pero sí sé que hace unas semanas que no puedo con este cansancio que me azota. A veces lo noto nada más levantarme –con el fastidio que eso conlleva– y otras cuando llego a casa, sobre las seis y media, momento en que sólo pienso en tumbarme en el sofá. No sé qué me pasa, pero sinceramente estoy que me arrastro por los suelos desde hace días, y en eso pensaba precisamente hace pocos días, cuando me dirigía hacia el nuevo salón de belleza especializado en manicuras y pedicuras, Yass&Co (Avda. Diagonal, 604) para entrevistar a Yasmina Meftah, su fundadora. Temía que Yasmina notara mi cansancio indisimulable y mi entrevista fuera una sincera porquería, pero sólo con cruzar la puerta de su precioso salón mi estado de ánimo empezó a mutar sospechosamente. Vale, sí, lo sé: soy una loca de la cosmética y no hace falta un salón de belleza demasiado pretencioso para ponerme de buen humor. Pero el caso de Yass&Co fue extrañamente especial. Yasmina ha creado este espacio como quien da a luz a un hijo, y realmente ha conseguido crear una atmósfera única, envolvente y especial. No es de extrañar: sólo con verla avanzar para recibirme ya percibí en ella una personalidad decidida que sólo tienen aquellos que viven la vida con paso firme.





Yass&Co no es un salón de belleza al uso. Su decoración te transporta a los más bellos salones parisinos, con ese papel de pared tan Miss Dior, tan Chanel y tan Annick Goutal. Además, mi recibimiento con unos deliciosos macaroons (¡ahí ya me ganaron del todo!) y un café calentito, consiguió que mi mente empezara a dejar a un lado todo el estrés que me genera últimamente la revista. Pero lo mejor estaba por llegar. En medio de nuestra entrevista, Yasmina se empeñó en que probara sus protocolos en primera persona. Ni corta ni perezosa, me puso en manos de Brayan, un jovencísimo manicurista que, de un plumazo, cambió mis horrosas manos, castigadas por el frío, en manos de princesa. Todo gracias a su formación y experiencia, y a la manicura Shellac, un nuevo producto que se aplica en la uña como un esmalte normal, pero con el que mantienes un brillo precioso, perfecto, sin desgaste ni descascarillado durante 14 días –básicamente debido al crecimiento de la uña, que empezaría a notarse si se mantuviera más días–. Las incrédulas, creédme: hoy es mi día 13 y creo que todavía podré mantenerlo hasta el jueves, cuando Magda venga de Valencia y pueda verlo por sí misma. Como os decía: un tratamiento de princesa que el manicurista culminó con un excelente masaje de brazos y manos que me dejó totalmente K.O... ¿cansancio? ¿dónde estás?

Después de mi experiencia, os recomiendo encarecidamente el salón a todas las que estéis por Barcelona: con sus cuidados exclusivos, en Yass&Co todas somos celebrities, reinas y princesas. Yo, empezando decaída, ese jueves salí tan animada que rematé una tarde repleta de belleza y relax del mejor modo posible: con la compañía de mi amiga Marta, unos mojitos, unos nachos y nuestras historias. ¿Dónde? No podía ser en otro lugar: en el Princesa 23, de la calle Princesa.

miércoles, 26 de enero de 2011

Sueños de verano

Este frío polar está empezando a cansarme. Es imposible dar un paso en esta Barcelona gélida sin que se te congelen las manos, la cabeza, la cara y hasta las ideas. Yo, que ya soy friolera en los inviernos normales, estoy más que harta de este frío extremo, tal y como le contaba la semana pasada a mi amiga Marta, mientras devoraba una caipiroska (eso yo, ella se tomaba un buen daiquiri de fresa a sorbitos tranquilos! :D) y divagábamos sobre este invierno helado y lo mucho que deseamos que llegue el cálido verano. Yo, ahora mismo, más que nunca. Me duele la cabeza, me pica la garganta y mi nariz está empezando a ser inundada por molestos cosquilleos... vale, sí: creo que estoy resfriada. Lo que me faltaba, qué asco.

Suerte que, pese al frío, los días son preciosos y soleados, no recordaba un invierno tan bonito en años. Me encanta que, pese a ser febrero, cuando salgo a la calle para ir a comer, me reciba un mediodía de sol radiante que me recuerda cuánto añoro el verano. En verano todo es fácil. Sí, puede que a veces el calor asfixie, pero no hay ataduras, ni abrigos, ni guantes, ni bufandas, ni mantones. El verano es libre, desmelenado, divertido, risueño, sexy, descarado. Es el momento ideal para enfundarse vestidos cortos ajustados y mostrar piernas, escote o lo que sea, sin complejos y escondiendo debajo verdaderas obras de arte de lencería para que las descubra sólo quien debe descubrirlas bajo el cálido calor de agosto. ¡Sí, me encanta el verano!

Aún así, gracias a la última semana de la moda de París he conseguido trasladarme hasta esas sensaciones aunque sólo sea con la mente, de la mano de la firma de lencería y moda de baño Etam. El Gran Palais se vistió de gala para recibir el tercer desfile de la marca francesa; un evento espectacular que se amenizó con un concierto con Beth Ditto y Boy George, entre otros, y que contó con la presencia de Kate Moss, Alice Dellal, Bianca Brandolini, Alexa Chung o Carlota Casiraghi.


(Carlota Casiraghi conversa con Kate Moss en el front row del desfile de Etam. Abajo, Alexa Chung y Lou Doillon)

El front row también contó con la modelo Natalia Vodianova, que se estrenaba como diseñadora presentando la colección Natalia Egerie d'Etam, de aires bucólicos y soñadores, en los que tienen presencia los vestidos vaporosos y la esencia pura del verano, mezclados con la inocencia picante del look lolita y vagos recuerdos pin-up.





¡Adoro el vestido rojo! No veo el momento en que la colección esté disponible en las tiendas y poder hacerme con él, aunque me apodera el pánico cuando pienso que seguramente no me quedará tan bien como a la bellísima Natalia...

En cuanto al desfile propiamente dicho, la nueva propuesta que Etam presentó en París se basa en colores flúor, tonos pastel y toques victorianos al estilo Maria Antonieta, dejando claro que, como muchas más firmas de lencería, Etam tampoco ha dejado pasar de largo el filón que supone recuperar el estilo vintage en temas lenceros.



De este modo, puso sobre la mesa las claves de más tendencia en lencería y baño para la próxima primavera-verano 2011. Funcional pero a la vez sinuosa y ultra femenina, la colección de Etam es un sueño de verano que ya tengo ganas de palpar. Así que cierro los ojos, olvido el picor de garganta, la nariz pelada, la congestión y el frío y me enfundo para mis adentros un vestido corto, vaporoso y sexy, que cubre la lencería más bella y deseada, como un tesoro... y... pues eso, sueños de verano.