jueves, 1 de julio de 2010

Recordando a Farrah

Vivimos la época de la mitificación. Celebrities, iconos, estrellas... la cultura de masas actual nos lleva a endiosar a cualquiera persona que haya tenido la suerte o desgracia de convertirse en estrella mediática. Es lo que pasó con Michael Jackson, quien, después de años olvidado y siendo recordado sólo como objeto de mofa de películas y programas de televisión, ha revivido después de su muerte un éxito que ni siquiera él habría imaginado. La michaelmanía dura ya un año, muy a mi pesar, que no soporto ni su música, ni sus bailes, ni su aspecto. Pero qué le vamos a hacer, es lo que tiene la mitomanía. Así que, justo cuando se cumple un año de su muerte, son numerosos los programas de televisión y radio que se suceden para recordar al Rey del Pop. Y entre tantos thriller, guantes, sombreros y moonwalks me doy cuenta de que hay una estrella que también se fue el 25 de junio de 2009 y que nadie se empeña en recordar. Ya es mala suerte que, la estela de Farrah Fawcett, ese ángel que marcó un estilo y creó la tendencia más imitada de la década de los setenta, haya quedado eclipsada por la de otra celebrity. Muchos dicen que Farrah ya vivía en el olvido, después de años de problemas con las drogas y de estúpidas rupturas y reconciliaciones con Ryan O'Neal, pero, qué queréis que os diga, este post me apetece dedicárselo a ella, porque ya está bien de destinar mis entradas a iconos de estilo que apenas han pasado la veintena. ¿Y por qué Farrah? Porque llegó en un momento en el que la moda no era ni tan mediática ni tan de masas, y ella la revolucionó con su melena de ondas doradas, sus shorts y su bronceado californiano. Y porque es verano y no hay mejor manera de definir esta deliciosa estación que hablando de su estilo fresco y veraniego.



Con un físico impresionante, marcado por sus ojazos azules y una larga melena rubia, Farrah Fawcett saltó a la fama mundial en 1976 con su papel de Jill Monroe, el ángel de Charlie más famoso de la mítica serie de Aaron Spelling. Aunque los tres ángeles revolucionaron la moda y la televisión, Farrah Fawcett consiguió llegar hasta el corazón de los espectadores mucho más de lo que nunca lo harían sus compañeras, Jaclyn Smith y Kate Jackson. De repente, todo el mundo quería a Farrah. Las chicas soñaban ser como ella y los chicos directamente soñaban con ella. El estilo Farrah se extendió como la pólvora y su melena, de largo cabello dorado con mucho volumen y cortado a capas, empezó a ser imitada en todo el mundo, desatando una fiebre de miles de clones suyos alrededor de todo el planeta. Farrah exportó el estilo de la típica chica californiana, rubia, guapa, atlética y bronceada, por todo el mundo, a pesar de que su trabajo en Los Ángeles de Charlie duró sólo una temporada, ya que abandonó la serie para probar suerte en el cine, y fue sustituida por Cheryl Ladd, quien nunca logró hacer sombra a su recuerdo.


(Farrah Fawcett en los setenta luciendo su mítica melena a capas)

Guapa a rabiar –su indiscutible belleza y envidiable figura la llevaron a posar desnuda en Playboy con 50 años, tras anunciar haber superado su adicción a los narcóticos–; guste o no, Farrah fue uno de los iconos de moda más indiscutibles de los setenta, con un estilismo muy marcado por shorts de talle alto, zapatillas deportivas, camisetas ajustadas, vaqueros acampanados y vestidos largos de corte hippie. Un estilo de joven novia de América, de triunfo del sueño americano, cuyo testigo se encargó de recoger y renovar, años después, Jennifer Aniston.


(Farrah con un estilo dorado de mono de seda y jersey cruzado, también de gran tendencia hoy en día)


(Guapísima con vaqueros acampanados y zapatillas en un look muy californiano de lo más juvenil)

Así que, qué mejor manera de rendir homenaje a Farrah que aprovechar el buen tiempo y la tendencia bucólica que tanto triunfa este verano, para enfundarnos preciosos vestidos de corte setentero, shorts de talle alto y sexys y ajustadas camisetas de tirantes y rememorar la época de los setenta. Yo ya he empezado con un vestido vintage setentero, usurpado del armario de mi madre, en blanco roto y de corte ibicenco, conjuntado con sandalias en plata, por aquello del glamour disco y un tanto kitsch de la época. De todos modos, puede que quizá así recordemos la aportación de Farrah al mundo de la moda y consiguamos hacer brillar con más fuerza que nunca la estrella dorada del ángel rubio.

STUDIO CITY, CA - AUGUST 13:  Actress Farrah Fawcett arrives at the Comedy Central Roast of William Shatner held at CBS Radford Studios on August 13, 2006 in Studio City, California.  (Photo by Kevin Winter/Getty Images)
(Farrah bellísima en 2006 con 58 años, después de anunciar su enfermedad)