En una de mis entradas antiguas, en la que analizaba algunos de los peores estilos que desfilaron por la alfombra roja en los últimos premios Grammy, coloqué a la extravagante Lady Gaga como una de las peor vestidas –título que también le otorgó la cadena Fox, proclamándola la estrella peor vestida de 2009–. Fue una decisión que os disgustó a algunos, que considerábais que no debería haber degradado de ese modo a Lady Gaga.
En esa lista sólo expresé mi opinión. No soy una detractora a ultranza de Lady Gaga, pero tampoco alabo sus vestidos geométricos, sus peinados imposibles o que aparezca en una entrega de premios cubierta de carne cruda. Pero aunque yo pueda preferir mil veces cualquier vestido hippie-chic que lleve Whitney Port, sé reconocer que Lady Gaga ha revolucionado como nadie dos mundos que últimamente vivían inmersos en una declarada crisis de creatividad: la música y la moda. Creándose a sí misma de la nada, la cantante se ha moldeado hasta convertirse en la diva del pop que vemos hoy. Algunos ven influencias de David Bowie, Madonna, Michael Jackson o Prince. Para mí, es sólo ella, la única capaz de triunfar revolucionando un mundo que hacía mucho tiempo que ningún cantante se atrevía a revolver y convulsionar: la moda. Sin la moda, Lady Gaga no es Lady Gaga; ella misma reconoce que ésa es la clave de su éxito e incluso piensa en qué vestido se pondrá para cantar cada una de las canciones que compone. La artista dispone hasta de Haus of Gaga, su propio equipo de expertos que desarrolla sus looks, sus peinados y sus estilismos para cada ocasión. Puede que sin ese estilo tan suyo, Stefani Germanotta, una cantante morena, con una voz ultra potente y que tocaba el piano desde los 4 años, nunca hubiera triunfado.
Para ello, tuvo que inventarse a Lady Gaga. Y el resto, es historia.
Desde su primera aparición pública en 2008, después de lanzar su álbum súper hit, The Fame, Lady Gaga es motivo de controversia. Lazos hechos con cabello, incrustaciones de pedrería en la cara, apariciones con el rostro cubierto, gafas de sol casi opacas o maillots son algunos de sus atuendos. Todo es posible para Lady Gaga.
Modistos de la talla de Marc Jacobs, Donatella Versace o el malogrado Alexander Mcqueen han alabado sus cualidades; del mismo modo que estilistas como Eugene Souleiman, reconocido peluquero neoyorkino al que entrevisté en un viaje de la firma Wella en Croacia, y que destacó a Lady Gaga como la celebrity actual más vibrante, chocante y con una tremenda personalidad. Las demás artistas siguen su estela, como Christina Aguilera, que ha vuelto con un look totalmente futurista a lo Gaga o Rihanna.¡Hasta Paris Hilton se apuntó a la moda del lazo en el pelo! (sin mucho éxito de creatividad, por cierto)
(Christina Aguilera con un look muy Lady Gaga)
Grace Jones la acusa de copiarle el estilo, pero yo tengo admitirlo: me guste o no, debo reconocer que nunca habíamos visto nada igual. Lady Gaga ha creado un nuevo mundo, que todavía restaba inexplorado en la moda. ¿Vosotras os quedáis con esta revolución?
miércoles, 6 de octubre de 2010
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