martes, 1 de marzo de 2011

Diez estilos de Oscar: las mejor vestidas de la Gala 2011

Hacía tiempo que no dedicaba al blog ninguna de mis listas criticonas analizando los estilos de las celebrities en las alfombras rojas, que no han parado de sucederse durante el mes de febrero. La verdad es que ando más liada de lo normal en la revista, pero también hay otra razón: los estilos que desfilan este año sobre las red carpets me parecen tan poco inspiradores que me aburren hasta el hastío. ¿No se supone que si estamos en época de crisis debemos divertirnos con estilos de opulencia y exceso que nos hagan olvidar las miserias del día a día? Pues se ve que no, porque tanto en los Goya, como en los Grammy o hasta en los Globos de Oro, los looks de las estrellas se han convertido en una sucesión de decepciones. Pero la verdad es que no he podido resistirme ante la gala de las galas, la más glamourosa y la más esperada: los Premios Oscar 2011. Así que pasad y leed, que os dejo con los diez mejores looks que, a mi parecer, desfilaron por la alfombra. ¡Disfrutádlos!

Empezando, como siempre, por el final de la lista, en la décima posición se sitúa Mandy Moore, cantante nominada en la categoría de Mejor Canción Original por "I See the Light".

Si os soy totalmente sincera, este diseño de Monique Lhullier me horririzó en un primer momento, pero cuando empecé a ver el resto del nivel de la gala cambié de opinión... Para mi gusto, el vestido es excesivamente nude y se difumina con el tono de piel rosado de la actriz, que parece perdida, sobre todo debido al escote en palabra de honor que se funde con el tono de su piel y hace parece que vaya incluso desnuda. De todos modos, Mandy acertó completando este diseño dulce y elegante con unos pendientes de corte clásico de Chopard, un austero recogido de moño bajo y un maquillaje en suaves tonos nudes que conjuntaba a la perfección con el resto del outfit.

La novena posición de la lista es para Michelle Williams.

¿Qué fue de la chica normalita de Dawson Crece? No hay duda que Michelle Williams ha sabido crearse una imagen con un estilo personal y totalmente trendy que se afianza día a día, sobre todo en apariciones como la gala de los Oscar, en la que lució un espléndido Chanel Haute Couture en blanco, con incrustaciones de pedrería y cuello caja. Elegante, pero sin ser cursi; guapa, pero sin excederse con el maquillaje; sexy pero sin lucir escote a mares. Michelle dio una lección de estilo sobre cómo desfilar por la alfombra roja con sencillez pero sin perder ni un ápice de esa aura chic que la envuelve a cada paso.

En la octava posición he colocado a la nominada como Mejor Actriz de Reparto: Amy Adams.

Puede que los más puristas del mundo de la moda crean que las lentejuelas están totalmente demodé esta temporada, pero yo no puedo remediarlo: me vuelven loca. Por eso me encanta la elección de Amy Adams, que se decantó por un diseño de L'Wren Scott en azul marino totalmente revestido en paillettes. Me encanta el corte semirecto, que acentúa la figura de la actriz, aunque creo que con una versión igual pero con manga larga y escotazo en la espalda habría aportado un aire más sexy y arriesgado. Aunque acertó con el vestido, Amy Adams patinó estrepitosamente con el peinado y el maquillaje: su cabello enmarañado y suelto no era la mejor opción para una gala del calibre de los Oscar, y el maquillaje, demasiado oscuro, le envejecía el rostro en lugar de aportarle luz y juventud.

Subiendo hasta la séptima posición encontramos a Scarlett Johansson.

Scarlett no es santo de mi devoción y la verdad es que su estilo nunca suele gustarme, pero debo reconocer que esta vez no me desagradó del todo con un Dolce&Gabbana con motivos de encaje en color burdeos. Aunque el tono es demasiado morado para mi gusto, el modelo estiliza la silueta voluptuosa de la actriz, marcando sus curvas sin hacerlo de un modo excesivo. Me encanta el detalle del escote en forma de corazón, que deja asomar la parte baja del vestido en raso y da toque sensual al conjunto. Un bonito estilo que la actriz ensombreció con un cabello demasiado despeinado que parecía más pensado para surfear entre las olas de Malibú que para desfilar por la alfombra roja. La próxima vez será, Scarlett.

Escalando ya hasta la sexta posición, encontramos a una veterana del séptimo arte; la británica Helen Mirren.

Tras ver a una Sharon Stone cada vez más incómoda con su edad, es un gustazo toparse con la elegancia de Helen Mirren que, enfundada en este impresionante traje en gris plata de Vivienne Westwood, demostró una vez más que la mujer madura puede ser también sexy, guapa y elegante sin resultar ridícula. El precioso corte recto del vestido se ajusta a la perfección a las curvas de Helen, marcando lo que hace falta destacar y disimulando lo que nadie debe ver. Un conjunto que, rematado con un precioso y atrevido corte de pelo a lo garçon, reveló a la actriz como una de las más guapas de la noche.

Subiendo hasta la quinta posición, encontramos a la bella cantante de Florence&The Machine, Florence Welch.

Estoy prácticamente convencida que mi apuesta por este Valentino Alta Costura de estilo romántico e inspiración vintage no gustará a más de una. Pero no puedo remediarlo, me encanta de la cabeza a los pies. Las que me leéis a menudo sabéis mi pasión por los toques retro en la moda, así que, a mi gusto, Florence dió en el clavo con un vestido repleto de volantes de gasa y aires barrocos que, almenos, aportaba algo diferente entre tanto corte princesa desfilando por la gala. Lejos de ser una más entre la multitud, Florence apostó por un vestido diferente, personal y de estilo muy propio y ganó.

En la cuarta posición encontramos a la siempre elegante Hilary Swank.

Sólo una palabra define el estilo de este pedazo de actriz: perfecta. Hilary no suele defraudar en la alfombra roja, pero este Gucci Alta Costura en gris plata con cuerpo de pedrería y falda de plumas fue una de sus mejores decisiones. Atrevido, elegante, moderno, sexy... lo tiene todo y habla por sí sólo. Algo que Hilary seguro que sabía, por lo que optó por no recargar el conjunto con joyas o artificios, ni con un maquillaje demasiado estridente o un peinado pretencioso.

Llegamos por fin a la cúspide de la lista, el podio de las tres mejor vestidas. Empezando por la tercera posición, destaca la joven actriz Mila Kunis.

Guapísima estaba la actriz con este modelo en color malva firmado, cómo no, por mi adorado Elie Saab, que creó un traje de clara inspiración romántica y barroca que, a pesar de su pronunciado escote y sus múltiples transparencias, no resulta excesivo sino elegante y natural. Una apuesta segura con la que la actriz dió una verdadera lección de estilo y sutileza a más de una. Para redondear un look 100% romántico, Mila Kunis se decantó por un maquillaje ahumado en malvas y por un recogido de corte clásico con suaves ondulaciones.

En la flamante segunda posición se encuentra la siempre guapa y elegante Halle Berry.

No tengo palabras. El Marchesa de Halle Berry sí que es digno del nivel que merece la Gala de los Oscar. El modelo en color crema, incrustaciones de pedrería doradas y detalles de tul en la falda fue un soplo de elegancia y aire fresco en una de las galas más sosas de los últimos años. Precioso el contraste entre el cuerpo ajustado y la amplia falda con volumen. Como ya nos tiene acostumbrados, la bellísima actriz remató la belleza del vestido conjuntándolo con la suya propia, luciendo su atrevido corte de pelo despuntado y un suave maquillaje en tonos claros que, gracias a la ausencia total de joyas, no restaba importancia al verdadero tesoro de su outfit: el vestido.

Y por fin, llega la número uno. A mi juicio la más guapa, elegante y diferente, que aporto aires nuevos a una ceremonia que olía bastante a rancio: Camila Alves.
No tiene que ser plato de buen gusto entre tanta celebrity competitiva que llegue una brasileña de 27 años, prácticamente, sólo conocida por ser la novia de Matthew McConaughey y que se cuele sigilosa pero decidida en la lista de las mejor vestidas de la gala con un sencillo traje de Kaufman Franco. Pero Camila es modelo y si de algo sabe es de moda, y eso se nota, porque llegó, pisó y triunfó. Todo gracias a este impresionante modelo de generosísimo escote, ajustado en la cintura y cuyo gran protagonismo lo impone una impresionante falda globo con bolsillos. Una idea sencilla y sin artificios que acabó siendo espectacular. Camila supo sacar el máximo partido a su belleza racial con un maquillaje en tonos suaves que no cargara demasiado sus marcados rasgos brasileños, y un sencillo moño bajo con raya en medio. Sin duda, una decisión triunfadora que la convirtió en la más guapa de la noche.

Y hasta aquí llega mi particular visión de la noche más importante del mundo del cine, en un año en el que el glamour y a veces el estilo, han brillado por su ausencia. ¿Y a vosotros qué os parece?

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